Dentro de la evaluación del examén físico de un paciente pediátrico, no es raro en ocasiones encontrar soplos dentro de la auscultación cardíaca que llaman nuestra atención. Es de reconocer que no todos los soplos representan una manifestación clínica de una cardiopatía congénita. Los soplos en nuestro rubro pueden catalogarse como orgánicos y no orgánicos o funcionales. La valoración pedíátrica, la clínica y la historia natural de la enfermedad en nuestros pacientes es la que debe hacernos sospechar en una probable cardiopatía así como el hallazgo del soplo mismo. Muchos clínicos piensan que todos los soplos son sugerentes una enfermedad cardíaca grave cuando en ocasiones no es así. Hay condiciones muy especiales, patologías cardíacas muy agresivas y de muy mal pronóstico que no tiene ni siquiera un soplo. Muchas veces los datos de enfermedad cardíacas pueden ser poca ganancia de peso o enfermedades respiratorias graves (neumonías) a repetición. No todos los pacientes cianóticos poseen cardiopatías que generen un soplo muy importante o incluso una desaturación muy marcada. Para que el médico que aborda a un paciente pediátrico piense o sospeche en una cardiopatía, debe aprender de ellas. No a manejarlas ni diagnósticarlas pero si ha considerarlas como una posibilidad diagnóstica dentro del espectro de condiciones que pueden tener a un niño en malas condiciones. Que pacientes deben ser considerados portadores una cardiopatía congénita:
1- Paciente con falla de medro, sin causa orgánica aparente y que no se explican por otros diagnósticos como problemas pulmonares o metabólicos.
2- Pacientes con infecciones respiratorias graves recurrentes (Neumonías, Bronquiolitis)
3- Paciente con hipocratismo incipiente (Llámese a esto a los dedos en palillos de tambor sin cianosis)
4- Fiebre de origen, en estudio, del cual ya se descartó un posible foco infecioso específico, ya que estos pacientes pueden tener endocarditis bacteriana y tener de sustrato una cardiopatía congénita suceptible de estas infecciones
5- Pacientes con disnea en estudio
6 Paciente con sincope o eventos similares que pueden semejar convulsiones
7- Pacientes con dolor precordial
8- Pacientes con arritmias
9- Paciente con historia familiar de cardiopatía congénita o muerte súbita tempran (jovenes)
10- Soplos "funcionales" que persisten
11- Paciente con síndromes genéticos principalmente con malformaciones de la linea media o craneofasciales.
12- Pacientes con sospecha de Enfermedad de Kawasaki
13- Pacientes con desaturación persistente que no se explica por condiciones pulmonares
Y así hay otras condiciones que deben hacer sospechar al médico que atiende al niño en su primera consulta de que su paciente puede tener una cardioptía congénita. La valoración de los soplos y de las condiciones hemodiámicas del paciente pediátrico son los determinantes que permiten decidir que tan pronto y urgente es necesario abordar los casos. Hay condiciones muy letales como la coartación aórtica crítica del recién nacido que puede simular una sepsis o el ventrículo izquierdo hipoplásico, que ambas de no resolverse temprano su condición pueden llevar al paciente a una muerte segura de forma muy rápida. Si no se conocen las enfermedades, no se piensan en ellas. Sino se diagnóstican ellas no se tratan y de no tratarse estos problemas cardíacos muchos pacientes mueren sin una causa aparente de muerte.
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