La enfermedad de Kawasaki, en la
actualidad, representa la causa más común de enfermedad cardíaca adquirida en
la infancia alrededor del mundo, desplazando en segundo lugar a la fiebre
reumática. El padecimiento es más frecuente entre las edades de 6 meses hasta
los 4 a 6 años. Aunque es más predominante en la raza asiática, su incidencia
parece ser igual que en otras poblaciones. No tiene agente etiológico conocido pero
esta fuertemente asociado a una respuesta inmunológica aumentada de inflamación
sistémica que tiene su principal daño a nivel miocárdico, pero sobre todo, en
los vasos coronarios.
Su cuadro clínico se caracteriza
por los siguientes hallazgos:
1- Fiebre mayor 39°C y de más de 5
días
2- Eritema polimorfo (No vesículas,
pápulas o pústula) (RASH) con edema en palmas y pies
3- Queilosis/Queilitis
4- Conjuntivitis no supurativa
5- Descamación de pies y manos (área
perineal) (2°semana)
6- Adenopatía cervical >1.5 cm
única y unilateral
7- Lengua en fresa
* Debe cumplir principalmente la
fiebre y cuatro de los signos anteriores.
Descamación en área de los glúteos
Edema de manos
Eritema polimorfo y desmación
Conjuntivitis no supurada
Queilitis y conjuntivitis
Queilitis
En los datos de laboratorio se
encuentra aumento de los reactantes de fase aguda como PCR y VSG, pro calcitonina,
etc. Hay leucocitos con neutrofilia así como trombocitosis, principalmente después
de la segunda semana de la enfermedad (10° día). Los casos graves pueden
desarrollar pancarditis y datos de choque cardiogénico. Puede presentarse de
forma atípica (cuando no cumplen los criterios) y esto es más común en varones
y que se hallan en los extremos de presentación de la enfermedad, es decir
menores de 6 meses y arriba de 10 años.
Su tratamiento específico es con
inmunoglobulina a razón de 2gxKgxdosis
en dosis única en infusión para pasar en 14 a 16 hr y que puede repetirse. Esto
debe hacerse dentro de los primeros 10 días de la enfermedad ya que su uso disminuye
el riesgo de aneurismas coronarios de un 20% a menos del 1% en los pacientes
tratados. El principal daño de la enfermedad saliendo de su fase aguda, son las
complicaciones por estos aneurismas (rupturas) y el riesgo de muerte por
arritmias mortales e infartos. Su seguimiento debe hacerse por un cardiólogo
pediatra quien valorará su clasificación de riesgo en base a la guías de la Asociación
Americana del Corazón (AHA) y determinar que pruebas complentarias deberá
hacerse para su control. El seguimiento puede ser tan corto como menos de un
año hasta toda la vida. Según algunas literaturas, muchas muertes súbitas de
personas en edad adulto tenían antecedentes clínicos de Enfermedad de Kawasaki.
Arriba video de un paciente de 4 años de edad con pancarditis por Enfermedad de Kawasaki. Notése el derrame pericárdico y la mala contracción ventricular por la miocarditis.
Aneurisma gigante en la arteria coronaria izquierda de una paciente femenina de 3 años de edad. Se observa la lesión gigante y un trombo intraluminal. La paciente es asintomática.
Aneurisma sacular gigante del mismo paciente del video y con pancarditis. El paciente fallece tiempo después de muerte súbita.
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